El dinero de la discordia

el dinero y el futbol

En cuestión de días hemos pasado de alegrarnos porque nuevamente el amor entre afición y la Selecta había recuperado sensaciones y la tensa cuerda de los amaños por fin parecía haberse roto y quedado en el pasado, aunque todavía quedaban pequeñas resacas de eso, la luz al final del túnel parecía asomarse a la vuelta de la esquina.

La eliminatoria mundialista que nos acecha a casi 15 días, con una difícil parada ante México en el Azteca, daba para que el trabajo de los seleccionados comenzara cuanto antes, con intenciones de mejorar y de agrupar a los jugadores en torno a un objetivo bajo el mando de Maradiaga.

Ayer, trascendió muy temprano que los jugadores renegaron porque la FESFUT había hecho caso omiso a una serie de peticiones que ellos consideran “justo” y “condición mínima” para que un jugador rinda. Entre ellas se destacaban, los beneficios obtenidos por resultados en la eliminatoria, dinero por empate, dinero por victoria, de local o visitante, mejores itinerarios de vuelos, mejores hoteles (4 estrellas) entre una serie de exigencias, que a vista de su redactor no pasan de centrarse en el aspecto económico. Es decir, dinero para rendir, dinero para jugar y dinero, más dinero.

Hoy, la negativa de los seleccionados para apersonarse a iniciar el microciclo de trabajo, generó reacciones en todas las esquinas de nuestro país, incluido en México, nuestro primer rival, pero ante todo y lejano a las reacciones que poco y nada importan, la FESFUT decidió convocar a una reunión de emergencia en la que se decidió ejecutar un PLAN B, consistente en reagrupar a los no disidentes y convocar a nuevos jugadores para armar la escuadra que viajará al Azteca en los próximos días.

Plan B o C, al final de cuentas, la pésima decisión de los seleccionados llega en un momento trascendente, donde se juegan partidos importantes – aunque sabemos que nos será enormemente difícil asegurarnos la clasificación- pero no es igual, competir con lo mejor que tenés, a tener que hacerlo con un equipo remendado.

¿Qué demonios pensaban los seleccionados? ¿Es un capricho? En verdad no lo sabemos, pero argumentar una razón económica para hacer caso omiso al llamado de la Selección cuando hay muchísimos jugadores que quisieran vestir la azul, no solo es intratable e irresponsable, sino una traición a la patria que les ha llevado a donde están hoy.

La FESFUT tiene en sus manos una papa caliente, decidir sanciones, acceder a las presiones o simplemente darles el adiós y que les vaya bien y juntar un nuevo grupo para afrontar la eliminatoria, pero desde antes debemos estar conscientes, que si ya estábamos destinados al fracaso, ahora con mucha más razón mi estimado lector, hemos regresado al pantano en el cual estuvimos a punto de morir y todo por el dinero que siempre genera discordias.

TEHABLODEFUTBOL.COM

Post Author: JoseMa@Díaz

Bloguero y enamorado del fútbol.