Superados por Haití

SLV-vs-Haití

El debut de Ramón Maradiaga quedará en la historia con más pena que gloria. La derrota ante Haití pone en sobre aviso al combinado nacional de cara a la eliminatoria que inicia en poco más de un mes y aunque sea este su comienzo con pocas horas de entrenamiento las sensaciones no podrían ser peores.

La Selecta no tuvo ni pies ni cabeza, tan sólo un remate de Bonilla que se estrelló en el travesaño fue el aviso más cercano y peligroso que los de MAradiaga tuvieron en los minutos iniciales del encuentro, donde se presumía que la escuadra salvadoreña podría llevar la manija del encuentro.

Pero esto fue sòlo un espejismo. Más temprano que tarde, los haitianos se sacudieron esa leve presión y sacaron sus armas a pasear. En un ida y vuelta, pareció que la Selecta estaba más cerca del gol, pero Haití tuvo hasta dos ocasiones consecutivas para abrir el marcador.

La selecta lo pasaba mal, cortado en las líneas y sin un refrente claro para manejar el ritmo y los tiempos del juego, ponía sus esperanzas en Arturo Álvarez, quizá el único que tenía claro a qué jugaba y que en aquellas ironías del fútbol, el nacido en suelo estadounidense NO TIENE EQUIPO. Sus ademanes en la cancha para pedir a sus compañeros desmarcarse y abrir el juego por los costados y buscar los espacios por el medio eran la clara muestra de la orfandad que tuvimos en el mediocampo.

Los goles, errores groseros e impropios de jugadores que se dicen profesionales mancillaron un encuentro que podría haber tenido un horizonte diferente. Un tiro libre que encontró dormida a la defensa generó el primer tanto para los haitianos y la sorpresa en la escuadra salvadoreña. Por si fuera poco, un nuevo tiro de esquina pegó en el palo derecho de Henry Hernández, el balón se paseó por la línea de gol, pero Printmos Shelby llegó para rematar casi sin ángulo y poner el 2-0 a favor de los caribeños, ante una defensa que daba demasiadas facilidades atrás.

Darwin Cerén pecó de confianza y un balón aparentemente fácil, fue cabeceado hacia Henry Hernández, pero su remate encontró un delantero haitiano y puso el 3-0. Imperdonable.

De ahí en adelante, la Selecta ya descompuesta, terminó de caerse cual castillo de naipes. Sin una idea clara y sin rumbo fijo, pero lograría el descuento. Un balón que empujó Punyed supuso el 3-1 y se abría una posibilidad.

En la segunda mitad, fue más de lo mismo. Haití aguantaba y buscaba pero increíblemente las diferencias ya estaban marcadas y no sólo en el marcador.

El rival ganó en todo, en intensidad, en el temple, en las ganas de ganar, en el hambre de gol, y mientras la Selecta se merendaba un auténtico baile el ganador fue el equipo haitiano que nos superó en todo sentido.

Foto: El Gráfico

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Post Author: JoseMa@Díaz

Bloguero y enamorado del fútbol.