Terminó el 2014 y en el papel nos dejó muchas deudas qué cobrar en torno a nuestro fútbol principalmente.
Estamos a las puertas de un nuevo año en el que el objetivo de todas las estructuras del fútbol local deberían enfocarse en la reinvención de nuestro maltrecho deporte, y digo deporte, porque es bien sabido que no solo el fútbol es ocasión de discordia cuando el tema económico sobresale en la mesa, pero es urgente que los esfuerzos se enfoquen en que todo el deporte nacional sea prioridad para el gobierno y las estructuras que de él dependen y sobre quien recae la responsabilidad de mantener el orden, el equilibrio y la sanidad de las cuentas, pero más, principalmente, en los resultados que de él se esperan.
El Proyecto Azul, si bien es un trayecto a corto, mediano y largo plazo, es importante que los objetivos estratégicos se vayan cumpliendo en el tiempo previsto, y quizá la duda más grande que todos tenemos, es que esto no sea una nueva “llamarada de tusa” en la que se inciten, exciten y se involucren a todos los interesados para por punto final decir que es un proyecto inviable y lejano a nuestra realidad futbolística. Ojalá y no sea así, porque quizá viene siendo una de las iniciativas más realistas y que más se pueden apegar a las necesidades que tanto debe subsanar nuestro amado deporte.
Espero de verdad que Águila pueda volar alto este nuevo torneo, que la directiva se esmere por agrupar un equipo sólido y que esta vez no se nos escape la corona 16, creo que el Apertura 2014 fue el punto de partida para esta nueva conquista, estuvimos cerca de lograrlo pero por cuestiones de suerte y de mala ejecución de penales, ésta no viajó a San Miguel. Confío mucho en la directiva y en gran parte de los jugadores que están en el equipo, creo que demostraron que con ganas y con garra es posible devolver la luz al término de la tormenta, creo que Águila logrará este año una nueva corona, lo creo y lo firmo aquí que así será.
A la Selecta de Playa les deseo mucha suerte, son el referente en los últimos años. Como dicen “a falta de pan, vino”. Creo que la forma de hacer las cosas en la Selecta de Playa es la base para nuevos procesos, y esto les ha llevado a estar ahí arriba, a lucir con orgullo el nombre de nuestro país y hacer representaciones dignas en los torneos que participan. Son la antítesis de la Selecta mayor, la que lamentablemente sigue sin encontrar la vuelta al nefasto amaño que minó y puso fin a ese amor incondicional de la afición. Espero de verdad que la Selecta de Playa siga cosechando éxitos y que la Selecta Mayor de Fútbol logre restaurar el amor perdido con los aficionados.
Que el 2015 sea un mejor año para nuestro maltrecho fútbol, mis más sinceros deseos.
