Pescadores de sueños

Sin pensarlo, sin quererlo, tal vez sin soñarlo, un grupo de muchachos trabajadores, dueños de redes de pescar, de arpones, que trabajan de sol a sol en las playas de las costas salvadoreñas, emprendieron un duro y arduo camino con un solo objetivo: poner el nombre de El Salvador en la cúspide del fútbol playa, imposible, tal vez no, difícil, podría ser el término adecuado, sobre todo cuando los recursos económicos no alcanzan para cubrir todas esas necesidades que un deportista de alto rendimiento requiere, preparación técnica, física, mental… pero existen excepciones a la regla general, este grupo de salvadoreños se encuentran precisamente en esa línea, jóvenes, luchadores, motivados, son los 12 guerreros salvadoreños, como todo el mundo les ha llamado, son ellos, los que contra todo pronóstico se sobrepusieron a una dolorosa derrota en el debut de un futbol tan complicado y duro como lo es el futbol playa, esa goleada contra la otrora potencia de este deporte Portugal, presagiaba no solo una eliminación anunciada, como ya sucedió en los 2 mundiales anteriores sino, que nuevamente, veríamos truncadas las aspiraciones por seguir escribiendo historia.

Llegaron Omán y Argentina y la selecta playera les derrotó con idéntico marcador, por primera vez se ganaban 2 partidos en un Mundial de Playa, la clasificación estaba asegurada, y el hueso no podía ser más duro, que enfrentar al local, Italia, cosas del destino, o la oportunidad para encumbrarles a lo más alto que este grupo de jugadores podría haber aspirado. En el encuentro hubo de todo, 2 penales a los locales que fueron un obsequio anticipado de Navidad, un robo con pito en mano, la victoria se estaba escapando, la selecta remontaba una y otra vez, pero en un último suspiro la selecta ya ganaba y luchaba contra la cancha, contra el cansancio, contra el público que alentaba a los locales, contra el árbitro, contra su propia historia en un Mundial.

Pero qué cosas tiene el fútbol que pone a cada uno en su sitio, la Selecta fue mucho más que su rival, un conjunto Italiano que no solo en la mayor acostumbra a dar poco y conseguir mucho, ésta vez, los playeros también hacían gala de esa afirmación, pero estos muchachos no se arrugaron ni un segundo, remaron contra la corriente como tantas veces lo han hecho en el mar, y la victoria fue de ellos, el marcador decía que los salvadoreños estaban venciendo al local, Italia se despedía de su Mundial, la Selecta escribía su historia, en la arena quedaban las huellas de lucha, de guerra, de entrega, ese valor que ha puesto a ésta selección entre los 4 grandes de este deporte, Portugal, Brasil y Rusia, el próximo rival, a donde hay muy poco que perder pero si mucho que ganar, el himno salvadoreño se escucha venir, nuestros guerreros están a las puertas de una final, ellos, ya son grandes.

Esto es una victoria para ellos, para El Salvador, para todos aquellos que hemos creído en que el grito de guerra cuscatleco, el “sí se puede”, es ya una afirmación cumplida, este grupo de jugadores, con todas sus limitantes, han jugado porque aman el deporte, porque aman el país, porque saben que habemos 7, 8 o más millones de salvadoreños regados por todo el planeta que les apoyamos y a quienes ya, tan solo con esta participación nos han ganado el respeto y la admiración hacia ellos, porque son la imagen que caracteriza a un salvadoreño, la humildad, la lucha y la entrega.

Felicidades Muchachos!

Post Author: JoseMa@Díaz

Bloguero y enamorado del fútbol.