Barcelona aplastó a la Roma

Barca vence a la Roma

El Barcelona de Luis Enrique ha logrado un fútbol exuberante y espectacular, casi similar a lo que vivimos allá por 2009 de la mano de Guardiola. La belleza del fútbol del Barcelona radica no sólo en el control y posesión del esférico, sino también en saber definir y anotar en el momento justo y preciso.

La Roma vivió en primera fila, el espectáculo que ahora se vive en el equipo de Lucho, que con Messi de regreso se eleva a otros niveles celestiales del fútbol. Y es que, los romanos fueron aplastados por la estrepitosa goleada en el Camp Nou, por un Barcelona que siguió con la fiesta después del clásico, donde arrolló y dejó medio muerto al Real Madrid y ahora hizo lo propio con los italianos, quizá como una forma de recuperarse del empate que dejó el encuentro de ida en el Olimpo Romano.

El excelso nivel de fútbol que ahora muestra el azulgrana, da lugar a comparaciones, y porqué no, a recordar las glorias recientes pasadas, donde se forjó el que para muchos es el mejor equipo de la historia que vio parir el fútbol, y que, a partir de lo visto en el clásico, recuperó las formas, la estética, el control, y el monopolio del balón como ruta de victoria.

La única variante en el equipo que ahora dirige Luis Enrique, es la verticalidad y velocidad que le aportan los dos delanteros, Neymar corriendo por banda y Suárez llegando como puñal en medio de los defensas, abriendo espacios y generando opciones de gol, que hasta no hace mucho eran ciertamente escasas porque no existía un 9 nato con las variantes que presenta el uruguayo. Dicho, esto, es de realzar, que el sudamericano se mandó dos dianas y sigue su romance con el gol.

Messi también regresó oficialmente como titular, y lo hizo con un doblete, para acallar las voces que siguen intentando opacar su magnitud como el mejor jugador del mundo. Sus goles, principalmente el primero fue precedido por una seguidilla de pases en el que participaron prácticamente todos los jugadores para terminar con un sombrerito marca de la casa para el argentino, un gol de equipo definido por la zurda mágica de Lío.

Gerard Piqué también sació su sed de goles, esa que arrastró desde el clásico y que le privó Munir de saciarla. Ahora, fue Messi quien le asistió y le permitió al defensor anotar el gol que tanto andaba buscando.

Adriano cerró la cuenta en un contrarremate después de un penal fallado por Neymar, quizá el único punto negro de esta fiesta de goles.

Dzeko marcó el del honor, el 6-1, el definitivo.

Así, el Barcelona clasificó nuevamente a octavos, es más, ya lo estaba desde antes, por el empate entre el BATE y el Leverkusen, pero a pesar de eso, jugó con magia y con los mejores recuerdos del equipo que hizo historia. Ahora, ellos lo siguen haciendo.

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Post Author: JoseMa@Díaz

Bloguero y enamorado del fútbol.