Parece mentira, pero el Real Madrid no aprendió la lección, se fue Mourinho, pero su herencia quedó bien plantada en la casablanca, las quejas y los reproches pospartido, son el pan diario día sí y día también que juega el equipo blanco y no conceden los supuestos penales que tanto se reclaman en cada encuentro.
Vamos a lo fácil, reclamar de algo que no te pitaron, quejarse de un penal que no se marcó, es más fácil que hacer las tareas a tiempo y dentro de la cancha. Es increíble que un equipo con tantos millones de euros invertidos en jugadores, siga apelando a coaccionar al arbitraje para sacar los resultados, ¿tan difícil es poder vencer al Barcelona con fútbol?
Un pobre Madrid llegó al Camp Nou, muy bajo en su nivel, y eso que hay que decirlo que el Barcelona tampoco ha alcanzado su mejor nivel de juego, prueba de ello es que al minuto 70 ambos equipos se notaban faltos de fuerzas, imprecisos en las transiciones de balón, y poca claridad en sus ideas, factor que afectó a ambos jugadores, no sólo al equipo blanco.
Ancelotti falló en su idea, la titularidad de Bale pesó pero en contra, el Madrid jugó toda la primera mitad y parte de la segunda con 10 jugadores, está más que claro que el galés, sin haber hecho pretemporada, y apenas recuperandose de sendas lesiones, no está ni siquiera al nivel para jugar media hora, la exigencia de su costo propicia tener que hacerlo jugar a toda costa, aún, sin estar en su pleno estado de forma.
El Madrid no fue la sombra de encuentros anteriores, y hablo concretamente de los clásicos, el Barca sufrió y en serio en los últimos enfrentamientos, pero ahora, dio la sensación que tuvo controlado a su rival de principio a fin, y que producto de los errores individuales y de la desconcentración, nacieron las mejores y más peligrosas jugadas del equipo blanco.
Dos penales son los reclamados, uno de Adriano en una jugada fortuita cuando el balón proviene de un rebote a Valdés y el otro un empujón de Mascherano a Cristiano. El primero es sin intención alguna de disputar el balón, el segundo más discutible, pero se nota la exageración del portugués al sentir el más mínimo contacto del defensor argentino para caer desplomado dentro del área. Pero cabe la pregunta: ¿Con éstos argumentos quería el Madrid al menos empatar el encuentro? Pobre! pobre argumento. Es mejor intentar hacer tu juego y arriesgar para sacar el resultado y no esperar a que venga el arbitro a pitar un penal para sacarte las papas del fuego, falló Ancelotti, fallaron los jugadores y falla el Madrid, que incluso en su página web gritan los penales no pitados. Una vergüenza en toda regla, pero siguen la línea dejada por Mourinho, quejarse en la derrota, tal parece que el portugués sigue presente, y el Madrid sigue aferrado a un par de penales para lograr vencer al Barcelona.
