Los récords siempre vienen acompañados de polémicas, muchas veces con sustento muchas veces con puros inventos, ningunear el empeño y el trabajo impuesto por un jugador para lograr algo que no está al alcance de todos y especialmente si se tiene en cuenta que ese logro no había sido superado en 40 años, es para plantearse si efectivamente, esa meta era fácil de lograr o de verdad sugiere que es una labor titánica poder lograrlo. Que Leo Messi haya superado el récord de Gerd Müller de 85 goles en un año no solamente supone y deja en evidencia lo difícil que romper ese récord ha sido y mejor aún si se tiene en cuenta que en la sumatoria de partidos está la Champions League -un torneo eternamente difícil- eliminatorias y partidos amistosos con selección nacional, copas, supercopas con su equipo y demás competencias oficiales tomadas en cuenta para el cálculo final de goles es simplemente impresionante a la luz de cualquier entendido de fútbol, o al menos para aquellos que conocen lo complicado que resulta mantenerse durante un año a una intensidad altísima de competitividad en el cual se mezclan los factores humanos que nos afectan a todos, el cansancio deportivo y las posibles lesiones que también pueden sufrirse.
Dicho esto, se vuelve un insulto, tanto al trabajo realizado por Messi, como al aficionado que avala y disfruta de un futbolista como hace muchos años no se veía y que por más que intenten hacer campaña por vender a otras figuras, y otros récord inválidos que no cuentan con el aval siquiera de su propia federación y mucho menos del máximo organismo del fútbol, es una falacia interminable, y que al autor de este blog le parece absurdo y lleno de una impotencia tan grande al intentar minimizar un grandísimo logro, sólo porque el jugador de tu preferencia no es el que lo ha logrado, en verdad aún no me creo que existan personas capaces de vertir medias verdades para desestabilizar y crear un ambiente de crispación tal, que pongan en tela de juicio los 85 goles superados por Messi, que dicho sea de paso, le aseguran ciertamente y tal vez en un 90% el agenciarse el 4° Balón de Oro en forma consecutiva a lo cual hay que sumarle lo que a nivel de equipo y personal logró durante este año.
El alto nivel de competencia que ha mostrado durante todo el año, en el cual se ha cansado de marcar goles de todas formas, su importante rol como goleador en el Barca y en la Selección Argentina, en todas las competencias revisten la notable labor de un jugador enamorado del fútbol y que disfruta con el balón en su pie como un infante y no como un profesional del deporte. Con él hemos aprendido a ver el fútbol de otra forma, pero como aficionado al fútbol le aplaudo de pie por los goles conseguidos, porque no se se sube al carro de la victoria para enaltercerse sino que continua disfrutando de su pasión al marcar goles. Simplemente estamos disfrutando del que llegará a ser el mejor jugador de la historia, – si no es que ya lo sea- y todo ello lo logrará, aún por sobre todos aquellos que vomitan espuma cuando escuchan su nombre, que se encargan de desprestigiar y desvirtuar a cualquier precio sus logros, aún sea con falsos récords sacados de algún lugar de su fanatismo selectivo. Para el resto de mortales coherentes y que amamos el fútbol, sigamos disfrutando de los goles y regates de Leo Messi, que como él, tardaremos décadas en poder ver a uno que se le parezca.
