XIII

Cuando el silencio se deje oír
El vacío de la mañana cobijaba los jardines, las flores frescas perfumaban el ambiente, la luz tenue del sol apenas se dejaba mostrar, los pájaros aún dormían en sus nidos, entre los árboles el viento sopla con inclemencia, desvistiéndolos de sus viejos ropajes, el cielo azul comienza a deslumbrar su majestuosidad y en él las nubes se deslizan danzantes.
Los caminos tristes cubiertos de hojarasca caída desde los grandes arboles, la niebla aún cobija las montañas, en su lucha incesante por impedir el calor solar, mientras las luces nocturnas comienzan a ceder
Una triste noche arropada de silencio, llena de miseria y de ingratitud, un suspiro en la oscuridad rompió el ambiente fúnebre de la habitación, mientras una lágrima dibujaba su caminar
Sobre la almohada húmeda se pierden las ilusiones, desgarradas y destruidas, inconsolable llanto que a mi voluntad quebrantó
Bajo las sabanas frías, descansa mi cuerpo, débil y tembloroso implorando al cielo tu regreso, queriendo tus labios una vez más besar
El vacío de tu ausencia hace eco por donde me encuentre, y la soledad amarga destruye sin reparo nuestro altar, ya no puedo más que dejarte marchar
Cuando el silencio se dejó oír, cuando la noche de nuevo llegó, cuando mi voz respuesta no encontró y mi corazón tuvo que partir

Post Author: JoseMa@Díaz

Bloguero y enamorado del fútbol.