Una muerte anunciada

Honduran players celebrate after scoring against El Salvador during their Russia 2018 FIFA World Cup Concacaf Qualifiers' football match, in San Pedro Sula, Honduras, on March 29, 2016.    AFP PHOTO / ORLANDO SIERRA / AFP / ORLANDO SIERRA

 

TEHABLODEFUTBOL.COM Si usted se molestó porque un comentarista hondureño calificó a nuestro equipo como la peor Selección de El Salvador, déjeme decirle que razón no le faltaba, pero únicamente había que esperar el desenlace del encuentro ante Honduras para confirmarlo o refutarlo.

Desconocidos. Sin querer queriendo o sin la necesidad de buscar el resultado, no lo sé, lo único que sé es que ayer no tuvimos equipo, tampoco jugadores y mucho menos líderes. El mal llamado capitán de la Selección, Darwin Cerén firmó uno de sus peores partidos que se le recuerdan, perdiendo cuanto balón llegaba a sus pies, fuera de ritmo, sin la capacidad ni la personalidad para portar el brazalete de capitán. Increíble! Entre él y Derby Carrillo podrían fácilmente ser elegidos como los peores de la Selección, pero para ser honestos todo el equipo falló, ni los recambios funcionaron, tampoco la pizarra de Maradiaga –si es que la tuvo- se vio en el terreno de juego.

En el Metropolitano, hubo un tan sólo equipo, el local. Honduras avasalló a nuestro equipo como teníamos mucho tiempo de no ver. En velocidad, en fuerza física, en técnica, en cabeza fría. Superados hasta el hartazgo y sin oportunidad de respuesta.

Los de Pinto –fuera del banquillo por expulsión- no sufrieron mayores peligros de parte nuestra, su única preocupación era la falta de acierto y la incertidumbre de no poder concretar las numerosas oportunidades frente a un blandito, desubicado y falto de ritmo Carrillo.

Honduras nos hizo recular y mantenernos en nuestro campo. Lo preocupante de esto, no es que se haya podido aguantar la presión, es que cuando recuperábamos el balón, no eran capaces de dar tres pases seguidos para salir jugando, y esto que se supone que este equipo tiene recursos técnicos para mantener el esférico, algo que sí pudo hacer en cierta medida en el Cuscatlán ante el mismo rival.

Si la falta de contundencia le afectaba a Honduras, la falta de personalidad nos hizo trizas a nosotros. Este partido pesó y demasiado, era una loza demasiado grande para cargar con ella, y conforme avanzaban los minutos, la Selecta no mostraba signos de recuperación, más sino, síntomas de una muerte anunciada desde hace muchos meses atrás.

La sensación de derrota era tangible desde antes de jugar esta eliminatoria, y ayer se confirmaron los peores o mejores presagios. Nos quedamos fuera a causa de dos goles que llegaron en los momentos justos para Honduras y en los peores tramos de nuestro juego ayer. Sí! Hubo tramos menos malos pero en líneas generales fue uno de los más nefastos encuentros que recuerdo.

La eliminación pone nuevamente el dedo en la herida, esa que clama sin medicina y sin cura, que solo los aficionados vemos, aunque algunos se empeñen en ocultarla, la verdad está ahí, la herida sangra nuevamente, y no basta ni tampoco somos tan estúpidos para creer que se le ganará a México aquí y a Canadá en su casa. Hay que ser un poquito falto de inteligencia para creerse ese cuento. Habrá que decirle a Maradiaga que los espejitos que trajeron los españoles hace mucho, pero mucho tiempo se quedaron rotos.

Post Author: JoseMa@Díaz

Bloguero y enamorado del fútbol.