TEHABLODEFUTBOL.COM Ganar en Metapán o sacar puntos, para Águila siempre ha sido su talón de Aquiles, pero el empate conseguido este sábado, deja mejores que peores lecturas para el conjunto emplumado, que por actitud y empeño, sacó un resultado que se antojaba imposible por lo visto en el guion del encuentro.
Un error en la zaga propició el primer gol del Calero, un desajuste defensivo que terminó dejando a contrapié y desprotegida la última línea. Balón al centro y a cobrar. Metapán encontraba petróleo cuando poco y nada había hecho en el encuentro, salvo la presión inicial y el paso adelantado para ahogar la salida aguilucha, no había ofrecido mayores argumentos para irse con ventaja.
Así, Águila intentó equilibrar y buscar el empate. Metapán se aplicó e hizo lo que mejor sabe, manejar el encuentro. Cogió el balón, lo trasladó, lo escondió. El desajuste y desequilibrio fue notorio. Ramón Sánchez aplicó correctivo, pero superioridad en delantera no era sinónimo de ventaja. El negronaranja se quedó plano y esquivo a la heróica. Poco de Águila en lo que restaba de la primera mitad.
Para colmo de males, el grito en el mediotiempo tampoco ofreció mejoras. Un nuevo desbarajuste en defensa generó el segundo gol metapaneco. Águila lo perdía 2-0 y no había posibilidad de remontada. Desconcentrado y perdido, el emplumado pareció derrotado, pero algo tiene este Águila de Ramón Sánchez que invita a soñar, y esto lo demostró casi sobre el final del encuentro.
Más por amor propio que con ideas claras, Águila encontró el descuento. Nicolás Muñoz sacó al portero para definir a puerta vacía y poner el 2-1, que daba esperanzas, pero el tiempo era su principal enemigo.
Dicen que el 2-0 es el resultado más fácil de remontar, y Águila lo conseguiría. Henry Romero, el villano en el primer gol metapaneco, enmendaría su error y anotaría el tanto del empate. El 2-2 que desató la locura en la grada aguilucha. De casi perder los 3 puntos, Águila se llevaba a San Miguel un punto, que servía mantener la punta, aunque compartida con Juventud Independiente.
Tras un rechace dentro del área, Romero encontraría el balón para su pierna derecha, y sacó un remate a primer palo. El balón estremeció las redes y Águila gritó el empate.
El vuelo emplumado en el Calero era realidad. Águila empataba un encuentro que lo tenía perdido. Un empate que da confianza por ser como visitante, en un reducto difícil, y le pone más condimentos a un equipo que poco a poco comienza a madurar de la mano del nuevo técnico. La idea, el juego, la actitud, la garra, elementos que un equipo necesita para triunfar, poco a poco se van desarrollando y adoptando en el terreno de juego, y así, pareciese que Águila encuentra poco a poco el buen camino, el que tanto buscaba.
El emplumado alzó vuelo en Metapán, y da lo mismo que ahora comparta el liderato, sigue invicto, y ganó algo más que un punto, ganó valor, seriedad y actitud, mucha actitud.
